CICLOS EVOLUTIVOS DEL
PERIODISMO PIURANO
Betas y espadas
La acentuación del fenómeno
militarista predomina en este primer ciclo, que es también el de los primeros
años de la República. Luchas intestinas y guerras fronterizas (en las que Piura
desempeña papel protagónico) marcan el carácter anárquico de las publicaciones.
Desde “El Despertador” hasta “El Registro” y “Piura Libre”, los periódicos de
los veinte años iniciales de vida republicana tienen corta duración y reducido
tiraje.
Moscones y Tarántulas
El aluvión periodístico en
Piura se desencadena bajo el gobierno de Ramón Castilla. Las hojas de nombres
burlones (“La Tarántula”, “El Moscón”, o “el Tridente”) polemizan hasta el
insulto. El auge económico del guano repercute en la aparición de las
tendencias liberales (la exportación de materias primas como fuente de
enriquecimiento de la burguesía). Se lanzan a las calles los incipientes y casi
caricaturescos partidos políticos colmados de idealismo.
Los chilenos y las Compañías
La infausta Guerra del
Pacífico (sin mayores acciones bélicas en Piura) tiene la mordaza a las
imprentas. Manuel Gonzales Prada ilumina la escena nacional con su verbo admirativo.
Se establecen en Piura las primeras compañías extranjeras (inglesas) para
comprar y exportar algodón. Los rubios agentes de Liverpool se casan con las
hijas de los empobrecidos hacendados, y de administradores pasan a gamonales
con criterios de modernidad. La alta
clase campesina piurana se educa en Inglaterra. Con un comercio agro exportador en auge aparecen periódicos como “La
Industria”, “La Nueva Era” y otros, de
corte conservador los más.
83 años de lucha
Civilista a comienzos del
siglo, aprista y socialista en los años 30, el periodicismo piurano se asienta,
definitivamente con “El TIEMPO”, “Correo”, y “La Industria”. El leguiísmo y el
aprismo de de Sánchez Cerro fueron
corrientes que a pesar de contar con cierto arraigo popular propiciaron el
cierre de periódicos peleadores de corto tiraje. Las pequeñas imprentas y sus
castigados redactores promueven corrientes ideológicas de de señero papel en la
vida cívica peruana, en lo que va del siglo. Convertido el periodismo en gran
industria, con elementos técnicos superiores, el periodista se transformó: de
férvido propagandista paso a ser sumiso empleado de la empresa que vende la
noticia. “La libertad de empresa se disfraza bajo la libertad de prensa”, clamó
el Presidente Velasco en 1870, al expropiar “Expreso”, iniciando la más
profunda conmoción en el sistema de prensa peruano.
No nos toca analizar aquí la
vida periodística peruana en la última década militar. Diremos solamente que
–con la sola excepción de 2Correo” socializado- no se sintieron los cambios en
el sistema de prensa. Bajo la conducción de Carlos Manrique León “Correo”
prestó valiosos servicios en la difusión de los grandes cambios
socio-económicos ocurridos entre 1969-75. Ya en el gobierno de F. Morales
Bermúdez, “Correo” de Piura continuó con la dirección de Renán Estrada Távara,
una línea independiente, al servicio de las causas piuranas, en especial del
sector agrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario